Parece haber consenso que en la actualidad política
en la que se encuentra España, así como muchos otros países, existe un
descreimiento de los partidos políticos, una desazón y decepción con lxs
políticxs y las instituciones en general. Este sentimiento popular, junto a la
gigante brecha entre ricos y pobres creada por el neoliberalismo reinante, es el caldo de cultivo para muchos fenómenos,
como al avance de la derecha reaccionaria, el resurgimiento del fascismo y el
nacionalismo, y en algunos casos, también, un vuelco masivo a la izquierda.
Estos fenómenos pueden verse reflejados claramente en los resultados de las
últimas elecciones de representantes en el Parlamento Europeo.
Pero en España vemos un fenómeno que, a mi entender, no tiene paralelo en ningún otro país europeo. Me refiero, por supuesto, al surgimiento del “movimiento ciudadano”, como les gusta llamarlo para evitar las tan mal vistas palabras “partido político”, Podemos.
Con Pablo Iglesias a la cabeza, un universitario, como le gusta aclarar en cada ocasión que le resulta posible, mediático “tertuliano”, y asiduo twittero con más de medio millón de seguidores, consiguieron en la recientes elecciones del Parlamento Europeo cinco escaños, tras cinco meses desde su presentación oficial en enero de este mismo año, convirtiéndose en la cuarta fuerza política en España.
En estos momentos, y probablemente en parte gracias a que tanto el PP, como el PSOE y UPyD se dedican sistemáticamente a advertir a la población española sobre los peligros del ascenso de Podemos, algunas encuestas los ubican como tercera fuerza política, superando a la “tradicional” izquierda española, representada por IU, y otras como segunda, superando incluso al PSOE. Merece un comentario al margen que todas estas encuestas siguen ubicando al PP en la cabeza, hecho más que lamentable.
¿Pero qué es lo que estos partidos políticos dicen sobre Podemos? Pues bien, más o menos todos lo mismo: el PP los acusa de peligrosos, populistas, dicen que de llegar al poder viviríamos como en Venezuela, con cartillas de racionamiento, y los acusan de estar subvencionados por este país, y por ETA. El PSOE no se queda atrás, y su flamante Secretario General, Pedro Sánchez, advierte de una “coalición de intereses” entre PP y Podemos, contra el PSOE… Y, entre las tantas sandeces que dice Rosa Díez (UPyD): "Pablo Iglesias defiende a ETA y no la autodeterminación”; mientras expresa a Rajoy su voluntad de cerrarle el paso a Podemos en algunos parlamentos autonómicos, apoyando al PP...
Pues así están las cosas; la izquierda, en su gran mayoría, y como es
habitual, negándose a unirse y dejando el campo abierto para que triunfe la
derecha. Pero, ¿es Podemos un partido de izquierda? De momento no se han
definido al respecto, y prefieren decir que son “un método para el protagonismo
popular y ciudadano”, y que su programa “es el resultado de un proceso de
elaboración colectiva… a través de un método abierto y ciudadano en el que han
participado miles de personas”. O, como expreso el mismo Iglesias: “La
clave no es un eje derecha-izquierda, sino democracia-dictadura”. ¿Será que
tienen miedo que al definirse pudieran perder adeptos y/o votos?
Yo, personalmente, creo que el movimiento es interesante, y que está lleno de personas con buenas intenciones, aunque se dice por ahí que el infierno está lleno de buenas intenciones…
Y aunque no estoy muy seguro sobre las cabezas visibles, estoy completamente decidido de que si se llegara a un acuerdo para una coalición entre Podemos e IU, allí iría mi voto.
Pra finalizar, aprovecho para dejar un videito, que algunxs dicen que es una broma, pero que creo que si es el caso (que lo dudo) es de mal gusto:
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