Vivimos en una sociedad en la que el sistema socio-político y económico
impuesto es el capitalismo cis-hetero-patriarcal. Pero, ¿qué significa esto?

Es patriarcal porque está basado en una cultura androcéntrica, es decir,
en la que el hombre, sus intereses y sus experiencias son el centro del
universo, y en la que éste se erige como el paradigma de lo humano. Es un
sistema que justifica la dominación sobre la base de una supuesta inferioridad
biológica de las mujeres, y que cuenta con un conjunto de instituciones de la
sociedad política y civil que se articulan para mantener y reforzar el consenso
expresado en un orden social, económico, cultural, religioso y político, que
determina que las mujeres como categoría social siempre estarán subordinadas a
los hombres(1).
Es heterosexual, entendiendo la heterosexualidad como un régimen político que contiene un pensamiento ideológico, con un discurso que da por sentado que lo que cimienta a la sociedad es la heterosexualidad(2). Este es el discurso heteronormartivo, es decir, aquel que interpreta la heterosexualidad como la estructura natural e inevitable de la sociedad(3).

Y es cis-hetero-patriarcal porque está basado en la supremacía y la dominación del hombre cisheterosexual a través de la opresión y explotación de la mujer y de las identidades trans y/o no heterosexuales, mediante esa organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción a la que eludía anteriormente; como es el caso del trabajo doméstico y la reproducción de la fuerza de trabajo(4).
En este sistema las personas somos encasilladas, aún antes de nacer, dentro de un marco sexo-genérico binario: hembra/macho, mujer/hombre; y, a partir de este marco, más adelante seremos definidas, o autodefinidas, como transgénero/cisgénero, transexual/cisexual, o intersexual.
Pasando a las definiciones o categorías de la orientación o preferencia
sexual, siguiendo en este marco binario, y dentro de un modelo monosexista, podemos
también definirnos como homosexuales o heterosexuales. Aunque también podemos
encontrarnos con personas que se definen y/o actúan como bisexuales; es decir,
que tienen la capacidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por
personas de más de un género/sexo(5).
¿Pero qué sucede con aquellas personas que no se identifican con ninguna
de estas categorías binarias?
Si nos remitimos al plano biológico, el hecho de que existan personas
intersexuales, es decir, personas que nacen con una anatomía sexual o
reproductiva que no encaja en las definiciones típicas de hembra o macho(6),
ya vemos que el sistema binario comienza a tambalearse. Tanto así, que la
todo-poderosa ciencia médica acude rápidamente a socorrer al sistema, y sus
emisarios de guardapolvos blancos se encargan de asignar un sexo, “como Dios
manda”, a través de mutilaciones y violaciones a los cuerpos y a los Derechos
Humanos.
Asimismo, las personas trans nos enseñan que existen mujeres con penes y hombres con vulva, por lo que estos órganos no pueden definir nuestro sexo.
Asimismo, las personas trans nos enseñan que existen mujeres con penes y hombres con vulva, por lo que estos órganos no pueden definir nuestro sexo.

Volviendo a las definiciones o categorías de la orientación o
preferencia sexual, ya he comentado el tema de la bisexualidad, pero también
nos encontramos con personas polisexuales o pansexaules; es decir, que sienten
atracción afectiva-sexual por personas de más de un sexo o género, que dicha
atracción es independiente de estos, o que se sienten atraídas por personas que
no encajan dentro de este sistema binario.
Llegadas aquí, vemos que el sistema binario que intentan imponernos es
una falacia.
Muchas personas pensamos que tanto el género, el sexo, y la orientación
sexual, son categorías fluidas, y que podemos encontrarnos en cualquier punto
de un continuo.


Actualmente existe un debate, dentro del mundo Queer, entre el discurso
académico, y el discurso activista. No es mi intención entrar en ese debate en
este momento ni en este foro, pero sí quiero aclarar que, si bien creo que la
academia, los estudios y la teoría Queer han hecho grandes aportes a nuestro
colectivo, y han dado sustento a nuestro discurso, cuando hablo de discurso
político Queer me estoy refiriendo al discurso activista; o, más exactamente, a
cómo yo entiendo ese discurso.
El activismo Queer es un activismo interseccional, ya que entendemos
que, como personas, además de tener una identidad de género, más o menos
definida, y una orientación sexual, más o menos estable, existen otros factores
por los que estamos atravesadas que generan distintos tipos de opresión, como
la raza, la etnia, el país y cultura de origen y de residencia, las creencias
religiosas y políticas, la clase social, la situación laboral y habitacional,
el poder adquisitivo, el estado serológico y de salud en general, las aptitudes
físicas y psíquicas, etc.
Somos transfeministas, porque luchamos contra ese sistema cis-hetero-patriarcal que nos oprime a todas, y que es el que genera la violencia machista y la LGTBQfóbica. Porque es una dictadura feroz y asesina; porque es el reino del horror. Y anticapitalistas, porque no permitimos que el sistema nos imponga el lugar que ocupamos en la cadena de producción y consumo, ni que se nos utilice como vasijas para la reproducción de la fuerza de trabajo, ni que se nos desprecie por no poder serlo. Porque es un sistema que genera desigualdad, injusticia y opresión, que está diseñado para el beneficio de unos pocos, a costa del sufrimiento de la mayoría.


Nos oponemos al capitalismo rosa y a la homonormatividad(9) que promueve la burguesía gay, con sus modas y sus estereotipos, sus cánones de belleza patriarcales, sus ideas neoliberales asimilacionistas, plumofóbicas, pasivofóbicas, gordofóbicas, lesbofóbicas, transfóbicas, clasistas, misóginas y homonacionalistas(10).
Por eso no podemos participar en Orgullos organizados por asociaciones
de empresarios y con el mero objetivo de llenarse los bolsillos de nuestro
dinero, instrumentalizando nuestras reivindicaciones y nuestra lucha, y
mercantilizando nuestros cuerpos y nuestros deseos.
Pero tampoco podemos compartir espacios con y legitimar a asociaciones
que premian a figuras nefastas como la actual presidenta de la Comunidad de
Madrid, o que niegan la terrible escalada de violencia contra el colectivo
LGTBIQ, para no asustar a las y los posibles clientes del Orgullo comercial.
También somos antiracistas y antifascistas, porque sabemos que es imposible acabar con la diversofobia si no acabamos con el fascismo. Internacionalistas, porque hacemos de todas las opresiones nuestra causa, sin importar en qué lugar de la tierra sucedan. Pacifistas y antimilitaristas, porque las guerras no sirven para nada más que la perpetuación de un sistema injusto y el enriquecimiento de los poderosos a costa de vidas inocentes. Y anticolonialistas, porque ningún Estado o nación es superior a otros, y no tienen derecho a imponer su cultura, su política y sus reglas; mientras saquean sus recursos.
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Foto: David Agudo |
Somos la mosca cojonera, la piedra en el zapato.
“Yo no soy libre en tanto haya otra mujer que no lo sea, aun cuando sus grilletes sean muy diferentes a los míos. Y no soy libre mientras una persona de Color permanezca encadenada. Ni tampoco lo es ninguna de vosotras” Audre Lorde(11)
“Yo no soy libre en tanto haya otra mujer que no lo sea, aun cuando sus grilletes sean muy diferentes a los míos. Y no soy libre mientras una persona de Color permanezca encadenada. Ni tampoco lo es ninguna de vosotras” Audre Lorde(11)
(1) Alda Facio; Feminismo, género y patriarcado
(1999 - http://portales.te.gob.mx/genero/sites/default/files/Genero,%20Derecho%20y%20Patriarcado.%20Alda%20Facio_0.pdf)
(2) Monique Wittig; El Pensamiento Heterosexual y
otros ensayos (1992 - http://www.caladona.org/grups/uploads/2014/03/el-pensamiento-heterosexual-y-otros-ensayos-m-wittig.pdf)
(3)
Michael Warner; Introduction, fear of a queer
planet: queer politics and social theory. (1993 -
https://sgrattan361.qwriting.qc.cuny.edu/files/2010/09/warnerfearofaqueer.pdf)
(4) Juan Ignacio Castien; Familia y reproducción
del capitalismo (Política y Sociedad; Nº 36; Madrid; 2001- http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/viewFile/poso0101130239a/24452)
(5) Robyn Ochs; Bisexuality (“Lesbian Histories and Cultures: An
Encyclopedia.” ed. Bonnie Zimmerman, Garland) (2000)
(6) Definición de intersexualidad de ISNA
(Intersex Society of North America - http://www.isna.org/)
(7) Pink Washing: Variedad de estrategias políticas y de marketing dirigidas a la promoción de productos, empresas o instituciones apelando a su respeto o
tolerancia de las personas LGTBI. Ver (8)
(8)
Jasbir K. Puar; Terrorist
Assemblages: Homonationalism in Queer Times (2007, Duke University Press)
(9) Homonormatividad: Constructo
cultural que convierte a la homosexualidad en un espacio normativizado de
disidencia sexual; que asume al género como elemento generador de relaciones,
prácticas e identidades sexuales y complementa la heteronormatividad a pesar de
ponerla en cuestión. Ángel Moreno Sánchez y José Ignacio Pichardo Galán, Homonormatividad
y existencia sexual. Amistades peligrosas entre género y sexualidad. (Revista
de Antropología Iberoamericana, Ed. Electrónica Volumen 1, Número 1.
Enero-Febrero 2006. Pp. 143-156 Madrid: Antropólogos Iberoamericanos en Red.
ISSN: 1578-9705 - http://www.aibr.org/antropologia/01v01/articulos/010108.pdf)
(10) Homonacionalismo:
procesos por los que ciertos poderes se
alinean con las reivindicaciones del colectivo LGBTI con el fin de justificar
posiciones racistas y xenófobas, especialmente en contra del Islam,
respaldándolas sobre los prejuicios de que las personas migrantes han de ser forzosamente homófobas y de que la sociedad
occidental es completamente igualitaria. Jasbir K. Puar; Terrorist
Assemblages: Homonationalism in Queer Times (2007, Duke University Press)
(11)Audre Lorde;
La hermana, la extranjera (1984) http://server1.docfoc.com/uploads/Z2015/12/30/4w6dgy1Sgo/44b786725ab7b6721ad73659e652b789.pdf
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